El conejo es conocido como uno de los animales más antiguos.
Algunos científicos afirman que procede de Asia central y que fue emigrando a Europa.
En la historia del conejo fue un animal muy popular y apreciado por su carne, considerado solo
por presa de caza, los romanos representaron en sus cerámicas con gran fidelidad y
trasladaron a distintas partes del Imperio con lo que se consiguió la difusión de la especie en
otras partes del mundo. Siendo más adelante en la Edad Media cuando los monjes religiosos lo
condicionaron a la domesticación.
Los conejos se fueron extendiendo por todo el mundo convirtiéndose en ocasiones en una
plaga, como en 1880 en Australia; también en Nueva Zelanda. Teniendo en cuenta la enorme
capacidad de adaptación del conejo a una variedad de climas.
Las razas y las variedades evolucionan a menudo a un ritmo rápido, incluso de cambiar tanto
que puede llegar a un extremo en el que se consideren razas diferentes.
En Reino Unido la carne de conejo no es muy popular, incide en la educación entre niños y
adultos ya que es un animal tierno y cariñoso, también por el hecho de poseerlo como animal
de compañía.